Coleccción ANAQUEL DE PENSAMIENTO, nº2
372 páginas I.S.B.N: 978-84-942539-2-8 18 €
La filosofía ha sido definida
en varias ocasiones como un saber a qué
atenerse, entendiendo por este saber un principio de referencia,
un
punto de partida con valor universal y, por lo tanto, no puede
ser arbitrario.
Cuando el autor del presente libro pretende establecer dicho
punto de partida intenta dejar también fuera toda arbitrariedad
y recurre
a lo que tiene más a mano, un diccionario, donde se hallan
las palabras
con las que quiere entenderse y comunicarse con los demás
seres
humanos. En el diccionario está se supone el
universo entero y es un
punto de partida ideal que no presupone arbitrariedad alguna.
La neutralidad axiológica impregna todo el libro, constituyéndose
como
principal objetivo doctrinal del mismo. Este es el sentido que
tiene la
invocación al laicismo que aparece en el subtítulo:
«Reflexiones laicas
». Ahora bien, la invocación no aparece sólo
como subtítulo, sino
que constituye la «almendra central» de su contenido.
Me voy a permitir
insistir en este aspecto, pues creo que es el mensaje ideológico
fundamental que el autor quiere transmitirnos. Una sociedad laica
es
una sociedad en la que han desaparecido los dogmas autoritarios
y las
imposiciones arbitrarias, una sociedad donde todos somos libres;
de
aquí que, a través del laicismo, se consiga dar
al hombre el lugar exacto
que debe ocupar en el cosmos. En tal sentido, laicismo puede a
su vez
traducirse por secularización.
Debemos centrar nuestra atención en lo que es el eje de
dicha secularización, es decir, la palabra, ya que el hombre
es el único ser al que le es permitido comunicarse mediante
el lenguaje. Adolfo Yáñez no es un escritor banal,
sino de una enorme riqueza conceptual, de manera que en sus reflexiones
se va perfilando nuestro pensamiento. Me gustaría empujar
al posible lector hacía la lectura de esta obra, en la
seguridad de que es un sólido acicate para la elaboración
del pensamiento propio. Todos tenemos en nuestro vocabulario personal
«palabras que no lleva el viento. (JOSÉ LUIS ABELLÁN)
|
El autor: Adolfo Yáñez
Nació en Arévalo, provincia
de
Ávila, donde cursó sus primeros estudios.
Posteriormente hizo Magisterio
y Filosofía.
En 1967 comenzó a trabajar en la
Caja de Ahorros y M. de P. de Ávila
y, en 1970, se desplazó a París, ciudad
en la que creó la Oficina de
Representación de la C.E.C.A. Como
representante de las cajas españolas
confederadas permaneció
en Francia hasta 1978. Al regresar,
se hizo cargo en su caja de origen
de diversos departamentos.
Ha colaborado en periódicos nacionales
con tribunas de opinión,
ha escrito varias biografías y ha
participado en numerosos programas
de radio.
Con anterioridad a estas PALABRAS QUE NO LLEVA EL VIENTO,
publicó en 1996 POEMAS DE MI PIEL Y DE MI SANGRE.
En 1997, la novela TERESA RECIBE CARTAS DE AMOR.
En 2006, fue coautor de la obra CAJA DE AHORROS DE ÁVILA,
1878-2005 y, en 2009, vio la luz su segundo poemario:
PLAYAS INTERIORES. En 2010, apareció el
ensayo histórico HETERODOXOS
Y OLVDADOS y, en 2014, la Editorial Cuadernos del Laberinto
recogió algunos de sus poemas en la obra AMOR,
selección de poesía amorosa española contemporánea.
Noticias relacionadas
•
Vocablos irrenunciables; por Diario de Ávila
•
El vocabulario personal de Adolfo Yáñez, una invitación
a pensar; por El Norte de Castilla
•
" Palabras como mojones que delimitan la vida"; por
Ávila Red
•
"Palabras que no lleva el viento", de Adolfo Yáñez;
por Avilabierta
•
"Palabras que no lleva el viento", de Adolfo Yáñez;
por La Llanura
|