Marisa Olías, me reconozco y
soy en estas dos palabras.
1961,18 de mayo, Mora, Toledo, accidental, (¿providencial?),
sólo un lugar, una habitación, una cama. La vida
no sabe de lugares, nombres, fechas
La vida y yo nos las hemos tenido tiesas, encuentros y desencuentros,
dolor y gozo, alegría y «sé que me estoy
ahogando, no vengas tú a hacer olas» (cómo
admiro a Amalia Bautista).
No hace tanto, un hombre sabio, enamorado de la vida, (aunque
creo que es la vida quien anda perdidamente enamorada de él),
con mucha paciencia, me hizo piedra, montaña, luna llena,
lluvia, cabra montesa, manos, nube, luz, palabra, vino, casa
y poyete, rabia, ganas, alegría, imposible. VIDA.
Educadora Social, para educarme. Discípula, (m. f. Persona
que recibe las enseñanzas de un maestro) del poeta Enrique
Gracia Trinidad.
Ha publicado Hazversidades
poéticas en Cuadernos del Laberinto.
RELACIONES DESACOSTUMBRADAS
Entre el signo y el cuerpo
me afano por encontrar
los huesos de los números,
los trazos de las letras
y la forma del espíritu.
Entre la sabiduría y la carne
mi deseo por comprender
la teoría de los con-juntos,
el esfuerzo de Tántalo
y la longitud del laberinto.
Entre tú y mi cada vez menos
mi urgencia por atrapar
el sueño de Venus,
el valor de la miopía
y el volumen de la tristeza.
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