(Madrid, 1926)
Apasionado en su juventud por la política y, al tiempo,
herido por las Letras, acabó por escoger la ambigua
senda diplomática, que inició en 1952.
Tuvo una carrera muy variada. Fue secretario de embajada en
Bruselas (1954). Después de haber sido director general
de Europa en Madrid de 79 al 82 fue embajador sucesivamente
en Bonn, Oslo y París, donde lo jubilaron en 1991.
Primer secretario en Washington en los años kennedianos,
fue nombrado director general de América del Norte
y Pacífico en 1976. Como director general de Asuntos
Atlánticos participó en el proceso de accesión
de España a la Alianza.
Tomó parte en el amargo y complejo proceso descolonizador
español como subdirector general de África y
embajador de Guinea Ecuatorial.
Destinado a petición propia a Jerusalén durante
la guerra de Suez de 1956, fue diez años después
embajador en Jordania donde vivió la guerra civil de
1970.
Es autor de unas Memorias Diplomáticas, de un ensayo
histórico sobre la embajada en Londres del conde de
Gondomar y de un estudio sobre los años finales de
nuestro virreinato del Perú. Tradujo y preparó
para su publicación los recuerdos diplomáticos
de Luis Tobío.
Trabajó con el Museo de Pontevedra para preparar el
libro sobre los pazo gallegos de su padre.
En 2016 publicó con Cuadernos del Laberinto "Mis
cartas políticas desde París (1986-1991)".