Entrevista a Begoña Ruiz Hernández

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Entrevista a Begoña Ruiz Hernández
Ya habrá tiempo de hacer cambios. Hay que deleitarse en el placer de la escritura.
Begoña Ruiz Hernández

—Su primera novela “Las montañas azules” ha llegado a la segunda edición en menos de 1 mes ¿Qué supone para usted este éxito y el encuentro con el lector?
—Es algo totalmente sorprendente. En realidad este éxito se lo debo a mi hermana, mi familia y mis buenos amigos que después de leer la novela han escrito críticas estupendas y se la han recomendado a sus contactos. Además, muchos creen que es un libro que los jóvenes deben leer para que se den cuenta de las dificultades por las que han pasado las mujeres que quisieron estudiar y sepan apreciar lo que tienen ahora.

—¿Qué encuentra el lector tras un título tan simbolista como “Las montañas azules”?
—Las montañas en la lejanía son azules y al mismo tiempo representan un ideal donde la protagonista, Dioni, quiere ir; expresan sus sueños de libertad. Los sueños a veces parecen lejanos pero son tan bellos que se hace cualquier cosa por llegar hasta allí.

—La novela nos sitúa en un pasado cruel y real que, sobre todo las mujeres, tuvieron que sufrir. Precisamente el libro está dedicado a su madre que padeció esta situación.
—Sí se lo dediqué a ella porque muchas veces me contó que el maestro aconsejó a su padre que la llevara a estudiar porque era una chica muy lista y merecía la pena, pero mi abuelo respondió que él estaba viudo y le tenía que cuidar a él. Normalmente en esos años las mujeres no estudiaban y mucho menos las que vivían en pueblos, hijas de labradores. Entonces sólo accedían al Bachiller las hijas de médicos, maestros… porque contaban con el apoyo de los padres, si la familia se oponía lo tenían muy difícil. Sin embargo, mi madre, aunque no pudo estudiar, me transmitió el amor por los libros.

—Próximamente la encontraremos en la Feria del Libro de Madrid firmando “Las montañas azules”. ¿Qué suelen comentarle los lectores?
—Me comentan muchísimas cosas:Las mujeres que tienen alrededor de 60 años me confirman que no estaba bien visto que una mujer estudiara, una señora me confesó que quería ser enfermera pero por no discutir con sus padres hizo corte y confección que era lo aconsejable para una chica. También reviven costumbres machistas que les ha tocado sufrir. Otros me hablan de su infancia en el pueblo y recuerdan esas palabras tan típicas del mundo rural e incluso me comparan con Delibes, lo cual es un orgullo.

Por otro lado, hay gente que se extraña de que unos alemanes vinieran a pueblos remotos en busca de palabras que estaban en extinción, y se creen que me lo he inventado, pero curiosamente este dato está basado en la realidad, pues en 1932 vino un filólogo que se llamaba Albert Klemm a hacer un trabajo de campo para su tesis. Sobre esta tesis, hace unos años se escribió un libro titulado “Así éramos” Donde Pedro Tomé, Pilar García Mouton, (colaboradora de RNE con la sección de “palabras moribundas”), escribieron ensayos muy interesantes, éstos llegaron a mis manos y me sirvieron para perfilar la personalidad de los alemanes de mi novela.

Los lectores han compartido tantas cosas conmigo que casi me han dado material para otro libro.

—Si pudiese cambiar algo gracias a su novela, qué la gustaría que fuese.
—Ojalá contribuyera a la igualdad entre hombres y mujeres, pero sobre todo me gustaría que ayudara para que las jóvenes se den cuenta de que la educación, a la que hoy día en España se puede acceder sin problemas, es una victoria que deben a sus abuelas que aunque no pudieran estudiar, aportaron su granito de arena para que sus hijas y sus nietas lo hicieran. La educación femenina es un logro relativamente reciente y no lo debemos olvidar.

—¿Cuáles son sus escritores de referencia?
—Más que escritores son obras, por ejemplo Cumbres Borrascosas de Emily Bronte, Rojo y Negro de Stendhal, El Amor y otros demonios de García Márquez, Como Agua para Chocolate de Laura Esquivel y el Romancero Gitano de Lorca… entre otros muchos.

—¿Qué consejos daría a los jóvenes que comienzan a escribir?
Que lean y relean los libros que les lleguen al alma, que escriban sin corregir, sólo por gusto, ya habrá tiempo de hacer cambios. Hay que deleitarse en el placer de la escritura.

—¿Cómo valora el mundo cultural de la España actual
Bastante mejor que en el pasado, aunque hay tantos entretenimientos con las redes sociales que no tenemos tiempo para todo, y a veces los libros, lamentablemente, quedan en un segundo o último lugar. Sin embargo, yo creo que se deberían fomentar más los clubs de lectura o escritura para que la gente comparta esa afición y no se sientan solos cuando leen o escriben, que quizás es la única desventaja de los libros frente a las redes sociale

Puedes leer a Begoña Ruiz Hernández :
LAS MONTAÑAS AZULES, de Begoña Ruiz Hernández

Las Montañas Azules
Begoña Ruiz Hernández

Coleccción ANAQUEL DE NARRATIVA, nº 12
286 páginas • I.S.B.N: 978-84-944752-4-5 • 18 €

Nos narra las ilusiones de una joven a la que, por su condición femenina, se le niega el acceso al estudio. Y nos introduce en el día a día de una España dura... <<Más>>

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