"Nada
es lo que decías" es su primer poemario publicado. Háblenos
de este título tan original. ¿Y cuál es la esencia,
la clave de este nuevo libro?
Habitualmente las personas que conoces, desde tu nacimiento,
te van haciendo partícipe de sus experiencias y vivencias, de
su trayectoria en las partes más íntimas, en el amor,
en la amistad, en la derrota y el miedo, en la pasión
Y
aunque, si bien es verdad, que sirve el bagaje de otros, casi siempre
"nada es lo que te habían dicho", es necesaria la propia
voz, son imprescindibles los propios errores. Quizás en el título
hay también cierta desesperanza ante las promesas y las expectativas
que otros de marcan y que finalmente son también nada.
¿Qué lleva a un escritor a desear publicar, cómo
se vence el pudor a mostrarse sin tapujos ante los lectores?
Siempre he escrito, desde que me acuerdo, desde muy niña.
Nunca me había planteado la necesidad de que otros leyeran lo
que plasmaba en muchos cuadernos que aún conservo. Sin embargo,
por una serie de coincidencias, parece que todo me llevaba a publicar,
a darme cuenta de que quizás era el momento de mostrar a los
demás lo que sentía. El pudor es mucho, las dudas infinitas.
Pero cada vez me gusta más leer mis poemas en alto a otras personas,
como un ejercicio de desinhibición, de conexión con almas
que viven la poesía como un regalo y que son capaces de identificarse
con sentimientos que yo he sentido tan intensamente.
¿Pessoa decía que "la vida no basta,y por
eso existe la literatura". ¿Cuáles son los motivos
por lo que siente usted esa necesidad de escribir?
Escribir es un regalo, un milagro. Sólo el hecho de
conocer las letras, de encadenarlas, de hacer frases y de expresar ideas
y sentimientos me parece mágico. En nuestra sociedad, donde el
analfabetismo, afortunadamente, está prácticamente erradicado,
no nos paramos a reflexionar sobre la fortuna que supone el identificar
las palabras, el poder comunicarnos a través de un papel escrito,
de un ordenador
Yo escribo por necesidad, me salva de mis fantasmas,
me hace mejor persona. Me gusta atalantar las palabras, hacerlas tener
cadencia y ritmo, simplemente me hace bien.
¿Qué consejos daría a los jóvenes
que se inician en el mundo de la escritura?
Creo que hay que leer mucho, leer todo, de todos, a veces no es
malo leer "indiscriminadamente" cuando se es muy joven. Dejarse
aconsejar en las lecturas. Tener un armario de historias que otros contaron.
Pero creo que el escritor, si es escritor, tiene la obligación
de vivir, experimentar sin miedo, abrirse al mundo a veces y ser introspectivo
en la creación. En mi opinión el escritor ha de ser dueño
de su vida y escuchar vidas ajenas para poder hacer algo que conecte
con el público.
¿Cuáles son sus poetas fundamentales y cuáles
destaca de la poesía actual?
Me resulta dificilísimo elegir. Lorca, Miguel Hernández,
Valente, Cernuda me apasiona, Kavafis, Emily Dickinson, Hughes, Infante,
Octavio Paz, Dulce María Loynaz, José Hierro me parece
excelso, Luis Feria, amo a Juan Gelman, a Tundidor
¿Cómo valora la rima y la métrica una
poeta del siglo XXI?
La poesía, según mi criterio, es libertad, es caos
a veces en mi caso. Creo que la poesía actual se encuadra dentro
de esa anarquía que casi solo la poesía nos tiene permitido.
La métrica para mí es musicalidad, ritmo, sin necesidad
de un ábaco, y la rima es peligrosa si no se tiene maestría
y una sensibilidad extraordinaria en el significado de las palabras..
Además de la poesía, está preparando una
novela "Triple chocolate", qué más proyectos
literarios tiene en mente, y qué le ofrece la poesía frente
a la narrativa y al revés.
La novela está terminada, en corrección, Ante ella
tengo cierto "miedo escénico". He de vencerlo para
enviarla a algún premio literario que es mi intención
respecto a esta historia que me ha constado bastante cerrar. Aparte
del trabajo de corrección de "Triple Chocolate" estoy
preparando un nuevo poemario, aún sin título, que pretenderá
buscar la dicotomía en numerosos aspectos de la vida. La poesía
es libertad, la narrativa es trabajo duro. A mí no me cuesta
escribir poesía, me sale, sin más. La narrativa precisa
de un tiempo y una dedicación que, por mi trabajo y estilo de
vida, me es más difícil de encuadrar.
Es usted una persona muy vinculada con otros países,
sobre todo con Holanda. ¿Cómo influye esta apertura en
su escritura?
Holanda es para mí inspiración y mi segunda patria.
Me gusta la gente y el paisaje, su historia y su forma de vida. La capacidad
de los holandeses de escuchar, su tranquilidad al afrontar los problemas
o los retos, la permisividad dentro del orden, el respeto por las diferencias,
la convivencia entre culturas, todo eso me ha enriquecido mucho como
persona y como escritora. Este verano me retiré a Ámsterdam
durante un mes para poder terminar "Nada es lo que decías".
Ámsterdam me da la libertad que necesito para escribir.
¿Cómo combina su faceta de periodista y de poeta?
¿Influye una sobre la otra?
En el mundo periodístico soy una intrusa, es mi trabajo,
la actualidad me interesa y me importa, sobre todo en lo que está
relacionado con el bienestar de la gente. Pero la poesía es para
mí algo totalmente separado de esa actualidad impaciente. Yo
soy poeta a tiempo completo y me gustaría realmente dedicarme
únicamente a escribir. La influencia entre uno y otro aspecto
es únicamente la sensibilidad con la que abordo cualquier tema
de mi trabajo o de mis escritos.
Nada
es lo que decías Coleccción ANAQUEL DE POESÍA, nº
43 Las interpretaciones de cada verso, hechas por cada lector, único e íntimamente independiente y excepcional, son las que han de recubrir la lectura de este poemario... <<Más>> |