¿Qué va a encontrar
el lector dentro de este sugerente título de Los
rascacielos tienen memoria?
El relato de unos acontecimientos políticos importantes
de aquellos años con interés e impacto internacionales
algunos de ellos todavía de cierta actualidad como la implantación
de la Dictadura cubana, la Guerra Fria y el relevo en la Presidencia
de los Estados Unidos con la llegada de sangre nueva a la Administración
americana que simbolizó el malogrado Presidente Kennedy.
El libro es, también, un homenaje a la ciudad, pero
sobre todo a los personajes que transita con usted por la política
internacional y cultural: Chillida, Tapies, Presilla, Jaime Pinés,
Germán Baraibar, Lequerica, etc. y un centenar de personalidades
interesantes.
En cierta forma creo que sí si bien Nueva York es hoy una
urbe conocida por muchos españoles que en aquellos años
no era más que un anhelo no facil de satisfacer sobre todo por
razones económicas. Pero el celuloide la convirtió en
un talismán para la curiosidad para una buena parte de la Humanidad
que maravillaba al viajero al llegar a ella.
En cuanto a las personalidades de tan diversa actividad que usted menciona
he procurado hacer un somero perfil de las mismas algunas desconocidas
hoy por la mayoría de nuestro país que desgraciadamente
se interesa poco o casi nada por nuestro pasado.
La colección La valija diplomática
saca su número 45. Es esto un gran acontecimiento para la cultura.
Además han cambiado de editorial, diseño y directores.
¿Es una nueva forma de encarar el presente, de adaptarse a los
tiempos?
El relevo en la Directiva de la Colección después
de una valiosa trayectoria de más de quince en el mundo cultural
no significa a mi entender un cambio sustancial en los fines de la Colección
aunque lo pueda ser en la forma o en la incorporación de nuevas
ideas o propósitos editoriales por nuevos responsables más
jóvenes pero manteniendo el principio de la contribución
de primera mano de los diplomáticos españoles a la Cultura
de nuestro país principalmente en su vertiente del conocimiento
de los hehos relevantes internacionales y de sus protagonistas.
¿Ha encontrado muy cambiado Nueva York en sus viajes
posteriores a ese de 1957?
Aunque desde entonces por razones profesionales sobre todo, volví
a Nueva York varias veces hace ya algunos años y dada mi edad
no he vuelto por allí. Siempre volví con gran satisfacción
al poder revivir y recorrer lod hechos y lugares que que tanta felicidad
me aportaron. Y aunque sbre todo por edad no he vuelto en los últimos
años, siempre me ha parecido la gran urbe que cambia regularmente
de piel y allí donde uno recordaba una vivencia el edificio ha
desaparecido cambiando el paisaje. Y creo que el fenómeno continuará
de forma que si en los últimos cien años se ha rehabilitado
su parte Este, hoy la más rica y elegante, no me extrañará
que de forma semejante ocurra con su parte Oeste antaño la más
próspera y envidiable y posteriormente hasta nuestros días
un buena parte de la misma se degradó. Fuen en buena parte resultado
de una enorme operación inmobiliaria llevada a cabo por grandes
financieros cuyos nombres campean por doquier.
¿Cómo recuerda a Don Juan de Borbón?
Como un gran hombre y gran patriota que sacrificó
buena parte de su vida velando por la Institución que por derechos
históricos encarnaba hasta el punto que tuvo el arrojo y señorío
de renunciar a esos derechos en favor de su hijo el Rey don Juan Carlos
I por los problemas políticos con el general Franco.
Era además de una sencillez y simpatía arrolladoras que
atraían de inmediato al que no le conocía fuese de la
condición que fuese El propio Presidente del Gobierno, el socialista
don Felipe Gonzalez hizo aprobar un Decreto-Ley con motivo de su fallecimiento
confiriendole los homores de Rey de España.
¿La vida del diplomático ha cambiado mucho desde
que usted ingresó en el cuerpo?
Llevo casi veinte años jubilado pero es lógico que
muchas cosas han tenido que cambiar como toda actividad humana. Pero
espero que lo principal no haya cambiado: el orgullo por la profesión
y la entrega al servicio de los intereses de España. Lo demás
me parecerá circuntancial.
¿Cómo ve la vida cultural española actualmente?
Aunque ha crecido creo que hay mucho todavía por hacer sobre
todo en la lectura e investigación. En España se lee poco
si nos comparamos con nuestros socios europeos, que poseen una historia
menor a la nuestra.
Los
rascacielos tienen memoria Coleccción LA VALIJA DIPLOMÁTICA,
Nº 45 Los rascacielos tienen memoria refleja la experiencia del autor durante los cinco años (desde 1957 a 1962) que estuvo destinado en Nueva York en el Consulado... <<Más>> |