Su nuevo poemario "CICATRICES
DE ASFALTO" (Cuadernos del Laberinto) aborda la superficie
misteriosa que se halla entre lo íntimo y lo exterior, entre
esa contradicción que son los sentimientos y el dolor, justamente
como la gran metáfora que usa como eje central de los versos:
las cicatrices, que pertenecen a los dos mundos que nos conforman:
lo endógeno y lo exógeno. Puede hablarnos del proceso
de creación del mismo, de la génesis y desarrollo de
las ideas que en él transitan.
CICATRICES DE ASFALTO habla
de la ciudad, una ciudad identificable puesto que muchos poemas llevan
por título el nombre de sus calles: Buen Suceso, Conde Duque,
Princesa; hablo, por tanto, de la ciudad de Madrid. Por ella transitan
muchos personajes, que podrían ser cualquiera de nosotros caminando
entre los siglos XX y XXI. Personajes que en su endogénesis
llevan alguna cicatriz y con ella tendrán que aprender a vivir,
a sobrevivir, en el entramado de la gran ciudad y encontrar su lugar
sobre el asfalto.
Sobre la génesis de este poemario puedo decir que sus poemas
me abordaron caminando por alguna de esas calles que les dan título.
Cuando digo que el poema me aborda me refiero a cuándo lo intuyo,
su conversión en poema es a posteriori; en la génesis
concreta de CICATRICES
DE ASFALTO supuso dos años de trabajo.
El otro elemento que compone el libro es el asfalto, representando
la ciudad, la vida moderna como escenario. ¿Se considera habitante
de ciudad, qué le ofrece el anonimato, ese pasar mirándolo
todo sin ser vista?
Me considero totalmente urbanita,
la ciudad me ofrece muchas cosas desde ese anonimato en el que puedo
refugiarme para crear o para reflexionar o para repasar las distintas
experiencias vividas en determinados lugares, lugares que desde quién
soy ahora resuenan de forma distinta. Pero la ciudad también
ofrece un gran abanico de posibilidades culturales, de encuentros
en múltiples propuestas con amigos actuales o futuros.
La soledad puede aprenderse en muchos sitios /comienza
en una cafetería.
Dice usted en el poema dedicado a la soledad.
Lo digo y lo reafirmo
Los poetas suelen contestar a la pregunta de por qué
escriben con un: "Por necesidad". Explíquenos cómo
se vive la liberación que produce la escritura.
Sí, yo pertenezco
a ese grupo. Afirmo que escribo poesía "por necesidad"
porque como decía antes el poema, de alguna manera, me sale
al paso, se gesta en mi interior y no puedo evitar buscar las palabras
para vestirlo de la mejor forma posible. Y en ello estriba la dificultad,
en el encontrar las palabras adecuadas, para no traicionar ese poema
insinuado en esencia. Y cuando eso ocurre, cuando encuentro las palabras
adecuadas que sientan bien al poema, sin apartarlo de sí mismo,
la escritura puede resultar liberadora si no traiciona el silencio
inicial que es el poema. Como decía León Felipe: La
poesía /es la hendidura /el espacio entre una palabra y otra
/configuraciones del inacabamiento
¿Qué le ofrece la poesía frente a la
narrativa? ¿Cómo definiría la poesía?
Voy a comenzar, tratando de definir poesía. Para
mí, quizá la definición que más se aproxima
es la que hizo Bécquer: "poesía eres tú".
En el sentido de que la poesía es una búsqueda de la
trascendencia; el intento de completarnos después de la separación
que supone el nacimiento
En este sentido, me viene a la mente
unos versos de Vicente Huidobro: La poesía es un atentado
celeste /Yo estoy ausente, pero en el fondo de esta ausencia/ hay
la espera de mí mismo./ Y la espera es otro modo de presencia/
la espera de mi retorno.
Qué me ofrece la poesía frente a la narrativa, esa pulsión
interna que me lleva, por necesidad, a rellenar su silencio iniciático,
acertadamente o no, ese es el trabajo de escribir el poema. La narrativa
es otra cosa, se elige.
Háblenos de su evolución poética desde
Palabras derramadas (Vitruvio, 2008) hasta el actual Cicatrices
de asfalto
En Palabras derramadas estaba en un momento en el que
me preocupaba mucho, ahora también, traicionar esa insinuación
primera, esa esencia, que me lleva a escribir, a vestir los poemas
de palabras. Por tanto, hice un ejercicio de despojamiento, así
surgen lo que llamo Goemas (Gotas de poemas), poemas de no
más de tres versos, entre la sentencia y la greguería.
En Cicatrices
de asfalto, creo que hay un salto cualitativo. Ha pasado tiempo
y lecturas y trabajo, ello creo que dota a Cicatrices de asfalto
de cierta madurez poética. En este poemario también
está la preocupación por la forma, pero son poemas más
narrativos, aunque sin adjetivos superfluos. Incluso me propuse el
desafío de incluir un poema en prosa, así nace Luvetia.
Este poemario está más condicionado por la temática,
y el escenario de asfalto donde vamos conociendo a los personajes
que lo habitan.
¿Por qué
la poesía actual desprecia la rima y la métrica?
No sé si despreciar
es la palabra, yo creo que por evolución. Al igual que a la
pintura figurativa le sigue la abstracta, cuando la poesía
da un paso más puede quitarse el corsé, puede prescindir
de la rima, nunca del ritmo, y si no guarda las normas de la métrica
creo que no puede considerarse poema, sino una sucesión de
frases cortadas aleatoriamente.
¿Cómo
se vive la experiencia de ser tres años prácticamente
consecutivos finalista del Premio Adonais? ¿Sigue confiando
en los premios literarios?
Con satisfacción,
aunque queda "la espinita" de no haberlo ganado. No soy
muy de presentarme a premios, lo del Adonais fue una excepción,
pero quizá le debo el hecho de haberme atrevido a publicar,
el ser elegida entre los finalistas (10) entre más de 3000
candidatos casi tres años consecutivos me dio confianza en
mi poesía.
Usted fue una devoradora
de libros durante su infancia, ¿Cree que esto es determinante
a la hora de escribir? ¿Cuáles fueron las lecturas que
más le marcaron por ese entonces?
Sí, creo
que antes de empezar a escribir hay que leer mucho.
Sí, los libros se convirtieron muy pronto en mi juguete preferido.
Empecé con los Cuentos de los hermanos Grimm, Los
hijos del vidriero, Macbeth, Don Quijote de la Mancha...
En la actualidad se dedica
a la docencia. ¿Qué consejos les daría a los
jóvenes que comienzan a escribir poesía?
Que lean mucho
y que perseveren en intentar encontrar su propia voz.
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