¿"Hebras
de una hoguera" interioriza el tema del maltrato de género
gracias al diario de la protagonista. ¿Podría decirse
que es gracias a esa reflexión, que la escritura supone, que
la mujer logra exteriorizar sus sentimientos y hacerse fuerte frente
al agresor?
Sin duda; el desahogo es primordial y terapéutico;
y el análisis que va haciendo de los hechos, esa reflexión,
consiguen que marque distancia y, a pesar de atravesar las típicas
fases, incluida la de la culpa, que se sobreponga, que luche y que
no se detenga ante la adversidad.
¿Qué la ha llevado a tratar con poesía
un tema tan difícil, tan alejado de lo formal y tan centrado
en el contenido? ¿Podría definirse claramente como "poesía
social" o es más bien "prosa social"?
La idea, el desarrollo, la protagonista... hasta el desenlace,
todo fluyó solo, casi sin esfuerzo. El asunto me interesa muchísimo,
soy una persona comprometida, declarada luchadora por los derechos
de la mujer. Pero no forcé el momento. Durante unos meses,
me dejé invadir por los sentimientos de alguien ficticio que
anidó en mí, en cuyo lugar me puse y... el diario se
fue escribiendo. Su propia personalidad dio lugar a un final esperanzador.
La forma estaba a expensas del contenido. Sí, me gusta el concepto
de "poesía social" y soy amiga de reivindicarlo para
el siglo XXI para designar la expresión solidaria. En tiempos
difíciles y ante problemas difíciles hay que tomar partido
y pronunciarse. Cada cual tiene sus armas; en el caso del escritor,
el arma es la palabra y debe utilizarla. El término de prosa
social también me resulta atractivo, al fin y al cabo, para
darle cercanía, espontaneidad y realismo, medio libro está
en prosa.
¿Pessoa decía que "la vida no basta, por
eso existe la literatura". ¿Cuáles son los motivos
que la llevan a escribir?
Sin ánimo de contradecir a Pessoa, a quien admiro,
diré que la vida no sólo basta sino que, a veces, sobra:
sobran las desgracias, las visiones de lo terrible, los desastres
naturales y los artificiales; sobran el niño desnutrido y la
explotación; sobran los maltratadores. En ese punto del "sobra"
empieza la inspiración y... sobre todo, un impulso superior
a la propia voluntad que me invade, me llena de voces y de sentimientos
y me hace construir estampas, nunca exentas de experiencias personales,
que acaban saliendo al exterior. La intención comunicativa
no camina siempre paralela; en este libro, sí.
¿Es cierta esa fama de envidias y zancadillas entre
los poetas, en los cenáculos literarios en donde se apoya al
que da el premio para a su vez dárselo algún día?
Me ha costado llegar a entender y a percibir eso que llaman
envidia; las zancadillas las veo antes porque son más evidentes.
Desde Montesquieu a Larra, pasando por Galdós, la crítica
irónica hacia los "intereses creados" ha quedado
establecida con sus crónicas y sus propios ejemplos. A Fray
Luis lo encarcelaron y Cervantes vivía en la miseria. Creo
que no hay nada nuevo bajo el sol que hay seres mediocres que viven
o triunfan a costa de maledicencias, rencillas y compraventa. Si andan
por cenáculos y premios, no me sorprende, porque entre sus
habilidades está la de saberse situar sin notable cualificación.
Afortunadamente para mí, no he sido testigo de nada de eso,
cuando las sensaciones me llegan llenas de sombras me doy la vuelta
y, como hay tantos lugares llenos de de camaradería, gentileza,
desinterés y calidad, me dirijo a ellos y me dejo conmover
por la verdadera esencia de la poesía. La vana gloria (vanagloria)
concede medallas instantáneas que arden en otra hoguera, la
que sólo da humo. El verdadero poeta no está ahí.
Háblenos sobre ese gran proyecto que lleva a cabo
desde hace años con la revista "Mester de vandalía".
El nombre de la revista parafrasea el de Mester de Clerecía
del siglo XIII e intenta, en esa dialéctica de la historia,
continuar con la corriente anterior, Mester de Juglaría, en
donde los poetas iban por las calles, recitaban ante el pueblo y conquistaban
su atención. El "Oficio de Vándalos" empezó,
un poco, como una broma, como algo divertido, durante unas Jornadas
de Poesía Última en la Fundación Alberti, donde
participaba, aunque la propuesta era (y sigue siendo) seria: retomar
las andanzas, recuperar el sentido popular y, sobre todo, mostrarle
a la gente del siglo XXI que además de las ofertas de algunos
medios de comunicación en donde predomina la violencia, la
discusión, la mezquindad y la incultura, haya una corriente
amplia que defiende la amistad y que postula el entretenimiento de
una manera diferente. Cuidamos mucho la forma, todo es artesanal,
para trasmitir verdad. Por nuestras páginas pasan los consagrados,
los nuevos, los desconocidos y los requeridos. Son siempre vándalos,
rebeldes, educados, tolerantes, exigentes, concienciados con una causa
y que predican con el ejemplo. La máxima es la de celebrar
los éxitos ajenos como si fueran propios porque la guerra,
el conjunto, se gana a base de batallas. La pretensión, sin
ínfulas, sólo la de cambiar el mundo.
Usted es profesora de secundaria desde hace muchos
años, ¿Qué grandes cambios ha notado entre su
adolescencia y la que contempla ahora en las aulas? ¿Nota desinterés
por las asignaturas clásicas como son filosofía, latín,
literatura
?
La enseñanza ha cambiado diametralmente en veinticinco
años porque la sociedad ha cambiado. Las grandes modificaciones
que ha experimentado el sistema han desembocado en un grave desajuste
en el proceso educativo, quizá porque la ley no ha sabido adaptarse
a la evolución o quizá porque la demanda de ocio y el
engañoso avance de las tecnologías han configurado un
nuevo tipo de individuo, mucho menos dispuesto al sacrificio o, mejor
dicho, que considera que lo que hace ya conlleva esfuerzo. Nada más
lejos de la realidad. El desinterés no existe sólo hacia
la filosofía, el latín o la literatura. No me da la
impresión de que otras disciplinas resulten más atractivas
ni tengan más demanda. En general, el estudiante siempre ha
querido que le pusieran por delante asignaturas fáciles y poder
aprobar con soltura. Pero en la actualidad es difícil conectar
con el conocimiento. La progresiva supresión de datos, que
apoyo, no ha conllevado un espíritu crítico que permita
analizarlos cuando aparezcan en una pantalla. Algo ha hecho aguas
por el camino y la verdad es que me preocupa porque el futuro está
en manos de los jóvenes que un día serán adultos;
sólo con ciudadanos formados, no manipulables, podrá
seguir avanzando, democráticamente, un país al que le
ha costado mucho llegar donde está. Y, lamentablemente, a nadie
parece importarle.
¿Qué consejos daría a los jóvenes
que se inician en el mundo de la escritura?
Siempre que doy un consejo, lo acompaño de un "no
soy quién"; sí les puedo decir que disfruten del
camino y que no persigan más fin que el de transitar por un
mundo maravilloso que va a ejercitar su mente, a enriquecer su círculo
y a fomentar su cultura. Dedicarse a escribir significa rodear, nombrar
y crear; merodear por el lado oscuro, indagar entre los gestos y volar
por encima de las nubes. Frecuentar, conocer a otros escritores, no
tiene precio.
Realizó una investigación sobre "El género
femenino en los textos de bachillerato", ¿grosso modo,
qué descubrió?
Descubrí que los libros de bachillerato mencionan
a muchos más autores masculinos que autoras femeninas y que
los textos que se insertan para ejemplificar pertenecen, en mayoría,
a hombres. El estudio fue apasionante, pero el resultado obedece a
un mero recuento. No es necesario añadir cuáles fueron
las conclusiones porque los datos hablan por sí solos..
¿Cuáles son sus poetas fundamentales y cuáles
destaca de la poesía actual?
Me resulta siempre, por fácil, difícil
responder a esta cuestión. Por mencionar a los españoles:
Garcilaso, la mordacidad de Quevedo, la musicalidad de Bécquer,
la valentía de Carolina Coronado, la sensibilidad de Rosalía,
el espíritu de Machado, el duende de Lorca, la magia de Cernuda,
la perspectiva de Ernestina... siento que van conmigo, que me acompañan
y recitan en boca de quienes los han convertido en un eco continuo.
De la poesía actual , me quedo con mis vándalos, sin
expresar preferencias, porque como más de una vez me dice mi
queridísima Carmen Jodra, una vándala mater,
como ella me llama, quiere igual a todos sus hijos.
Hebras
de una hoguera
Prólogo de Jorge de Arco La violencia de género es el tema central de este libro. En forma de diario, se refleja el devenir de una mujer que sufre maltrato; la acción va transcurriendo desde unos inicios de tensión psicológica... <<Más>> |
Atlas
poético.
Veintiocho formas de recorrer el mundo, de elegir un destino y sentirnos acompañados por los versos de las viajeras. Prepárense para el viaje. Una maleta transparente, que los sueños no pesan, una tarjeta de crédito emocional y ellas ponen los billetes con la vuelta tan abierta como el mar... <<Más>> |