Acaba de publicar el poemario "Cartas
de sal", obra que combina poesía y género epistolar.
¿Puede narrarnos cómo ha sido el proceso de escritura
y qué le ha llevado a combinar estos dos estilos.
Es una obra que reúne
poemas escritos durante varios años, porque no suelo seguir
un proceso para escribir poesía, en el sentido de escribir
un poemario completo del tirón, generalmente escribo poemas
sueltos, así que cuando los reuní había mucha
variedad. Se me ocurrió juntarlos por temática y que
los diferentes temas siguieran el curso vital de un fénix,
para que la obra tuviera una estructura coherente y fácil de
seguir para el lector. La idea de encabezar cada apartado con una
misiva tiene la finalidad de hacer al lector más fácil
la lectura, así creo también una historia, una línea
argumentativa que le lleva hasta el último poema para saber
quién es la desconocida. Hoy en día da la sensación
de que el público acoge mejor la prosa que la poesía,
por ello me pareció buena idea vestir la poesía con
la historia de superación que recogen las cartas..
En "Cartas
de sal", usa la metáfora del Ave Fénix para
expresar la lucha de la propia vida, el afán y continúo
volver a empezar que supone la existencia. ¿Es un homenaje
al esfuerzo, al envite diario por no dejarnos caer?
Sí, es una especie
de oda a la superación. Creo que para que una obra llegue a
los demás tiene que salir de lo individual para llegar a algo
más general, algo que nos pasa a todos y creo que la superación
está en la vida de todos y cada uno, de hecho creo que es uno
de los aspectos más importantes de la vida. Al superar los
obstáculos crecemos y nos hacemos como somos, aprendemos y
evolucionamos. Tal y como están actualmente las cosas, con
la crisis y esta sensación de inestabilidad y de fugacidad
que parece que acompaña a nuestro tiempo, la superación
y la adaptación se hacen más necesarias que nunca.
Es usted autora tanto de narrativa como de poesía,
¿Qué destina a un género u a otro; y qué
le da la poesía que no le brinda la narrativa?
La poesía es un género
muy intimista, aunque esto no significa que lo que se escribe sea
siempre verdad, pero es mucho más íntimo que la narrativa.
Al menos en el tipo de poesía que yo escribo, alude directamente
a las emociones, a las sensaciones. Además, la poesía,
para mí, es la forma artística escrita más pura,
porque en poesía tienes que buscar la palabra exacta, no otra,
es mucho más corta e intensa, cada palabra dice mucho, en narrativa
cuenta más el conjunto de todas las palabras, sería
imposible cuidarlas una a una. La poesía te permite hacer juegos
con las palabras, utilizar términos que en narrativa no quedarían
bien
La narrativa cuenta historias y, aunque es importante también
cómo estén escritas, priman otras características.
Eso sí, he de decir que a veces se mezclan los géneros,
para muestra la carga poética de mis novelas y la inclusión
de las cartas en el poemario.
Cómo escritora, cuáles son sus temas obsesivos,
o a los que siempre recurre.
Me gusta esta pregunta porque
es verdad que los escritores tenemos temas recurrentes, también
porque utilizamos la escritura como terapia personal para enfrentar
(o evadir en algunos casos) miedos, traumas y cualquier tipo de problema
emocional o mental, de hecho Freud en alguno de sus estudios venía
a decir que el psicoanalista de los artistas eran sus propias obras.
Yendo a la pregunta, en mis obras está presente el paso del
tiempo; la muerte; el olvido; el amor por supuesto, tanto el romántico
como el familiar y la amistad; la lucha; la justicia y la igualdad,
incluyendo la igualdad sexual, porque todavía queda mucho por
conseguir.
Es usted miembro del equipo directivo de la revista literaria
"Otras palabras". ¿Puede indicarnos qué diferencia
esta publicación de otras y cómo ha sido su evolución
y logros?
La revista lleva ya más de diez años de
andadura, comenzó en la universidad Complutense, de manos de
Begoña Regueiro y Carmen Herrero que son las que han conseguido
que dure tantos años. Empezaron como una ilusión de
juventud y consiguieron el apoyo de escritores de la talla de Lorenzo
Silva, Jesús Urceloy o Luis Alberto de Cuenca. Yo me incorporé
a la revista hace un par de años, después de realizar
un máster de literatura española donde conocí
a Begoña y enseguida me sentí dentro de una familia
literaria. La caracterizan la ilusión, el amor a la literatura
y el trato familiar, no solo entre los miembros de la revista, sino
también con todos los escritores que han participado y con
los lectores y la gente que viene a nuestras tertulias. Quizás
la diferencia con otras publicaciones sea la cercanía y su
viveza ya que realizamos tertulias mensuales, recitales y actos escénicos.
¿Cómo ve la España cultural contemporánea?
Veo dos frentes diferenciados, por un lado está el popular,
el que está formado por los grandes grupos empresariales que
controlan la comunicación del país, donde están
las editoriales más fuertes, y por otro lado están las
pequeñas editoriales, los escritores que apuestan por su propio
trabajo y las propuestas independientes de grupos artísticos,
como la de la revista "Otras Palabras". El primer frente
lo veo un poco estancado, en esta época de crisis está
yendo a lo seguro: segundas partes, fórmulas ya conocidas que
han tenido éxito: reducción de la incertidumbre. Sin
embargo, el segundo frente está mucho más activo, aunque
sea más marginal y menos conocido, se mueve mucho y se están
creando nuevas tendencias, como la literatura digital, y nuevos grupos
de artistas con sinergias.
¿En qué
proyectos se encuentra embarcada?
Estoy todavía promocionando
el poemario 'Cartas
de sal' y en febrero tengo la presentación de una antología
de la editorial Cuadernos del laberinto:
'Amor', en la que participo junto a grandes poetas y con la que
estoy muy ilusionada. Respecto a la escritura, estoy inmersa en mi
cuarta novela, esta vez voy a probar con el género negro, de
asesinatos y misterio.
¿Qué opinión
le merece el libro digital?
Es una evolución
del mercado editorial que complementa al libro en papel. No creo que
el libro digital llegue a sustituir nunca por completo al formato
en papel, porque cada uno tiene sus características y tienen
sus ámbitos de lectura diferentes. Yo por ejemplo leo en digital
en el metro y en los viajes, porque resulta muy cómodo llevar
muchos libros sin tener que llevar peso, pero en casa tengo mis libros,
porque no hay nada como el contacto con el papel y el olor de un libro.
Nos gustaría
que nos confesase cuál es el libro de poesía de cabecera,
ese que casi se sabe de memoria, ese que se lee y relee siempre.
Me gusta mucho desde que
era adolescente "Los placeres prohibidos" de Luis Cernuda
y también "Inquietud" de Ana María Martínez
Sagi, aunque la descubrí algo más tarde, pero es un
libro que me encanta.
¿Y sus personajes
favoritos?
Hércules Poirot
de Agatha Christie, Alicia de Lewis Carrol, Sherlock Holmes, el principito,
Don Quijote y Sancho (porque ellos tienen que ir en pareja), Hermione
de la saga de Harry Potter, Orlando de Virginia Woolf y Jo de Mujercitas.
Cartas
de sal Coleccción ANAQUEL DE POESÍA, nº
32 CARTAS DE SAL no es un poemario al uso, se compone, en gran parte, de una serie de bellísimas cartas o misivas que la autora dirige a una desconocida a la que expresa directamente sus más íntimos sentimientos: el amor como columna vital, los miedos, la nostalgia de lo perdido y el deseo de superación unidos a la presencia del Ave Fénix... <<Más>> |
AMOR Coleccción ANAQUEL DE POESÍA, nº
33 La editorial Cuadenos del Laberinto ha seleccionado,
en este volumen, los versos amatorios más actuales de los
poetas de hoy en día, para que la descripción de
nuestras emociones se asiente sobre la vida real descrita por
hombres y mujeres contemporáneos; porque aunque el amor
es el sentimiento eterno por antonomasia, los usos y costumbres
o las formas de expresión difieren en cada época. |