¿Acaba de publicar, con gran éxito, EL
ASESINO DEL PENTAGRAMA, una trama criminal en donde se mezclan los asesinatos
con las Variaciones Goldberg, de Johann Sebastian Bach y sus enigmas. ¿Qué
puede decirnos de esta compleja apuesta?
Esta novela habla de misterios musicales, de enigmas históricos en la figura
de Bach, pero, ante todo, es la historia de un solitario profesor de conservatorio,
lejos de su Madrid natal y de su hija, que, justo cuando cree alcanzar la paz
y la tranquilidad en su vida, se cruza con ese "asesino del pentagrama".
Y todo empieza a desmoronarse. Por circunstancias, el narrador y protagonista,
David Busquiel, se ve envuelto en esos crímenes, cercado en su conservatorio
y en esa pequeña ciudad, ayudando a los investigadores del caso, algo para
lo que, a lo mejor, no estaba muy preparado.
En la
novela nos explica misterios y enigmas en torno a la figura de Bach ¿Qué
dicen estos misterios sobre él? ¿Existen más enigmas en otros
compositores clásicos?
Principalmente,
el mayor "misterio musical" de Bach viene dado por su apellido. En nomenclatura
musical, la B corresponde al si bemol, la A al la, la C al do y la H al si natural.
Por tanto, su nombre puede formar una melodía y se puede comprobar en sus
partituras cómo el mismo Johann Sebastian Bach utilizó la melodía
de su apellido para terminar una obra o para iniciar un tema. A partir de ahí,
otros autores de música clásica han hecho algo similar. Sin ir más
lejos (y en una época tan reciente como el siglo XX), el compositor estadounidense
John Cage usó la serie melódica do-la-sol-mi, correspondiente a
las notas musicales de su apellido.
¿Para cuándo
una nueva historia del sargento Beltrán?
Me encuentro ahora en fase de documentación de la próxima aventura
del sargento Beltrán y el cabo Alonso, los dos hombres al frente de la
Unidad de Homicidios de la Guardia Civil en la provincia de Alicante. De nuevo,
su trabajo les llevará a la ciudad de Del Monte, trasunto de mi Novelda
natal y protagonista en parte de "El asesino del pentagrama".
¿Qué opina sobre la nueva literatura negra escrita
en castellano?
Lo bueno de la "literatura
negra" es que es un género que no pasa de moda, que nunca ha dejado
de tener buenos autores y un público fiel. Hay siempre, cada equis tiempo,
un boom de un género en concreto, y todos los autores (noveles o no tanto)
se lanzan sobre ese género para sacar tajada y aprovechar el tirón.
Con el género negro no pasa eso: desde el siglo XIX hay ejemplos en castellano
de literatura negra o policíaca, con obras de Pérez Galdós.
Y en la actualidad, desde nuestra transición, los autores son conocidos
por todos: Montalbán, García Pavón, Sánchez Soler,
Andreu Martín, Francisco González Ledesma, etc.
¿Qué le aporta a nivel personal la novela negra?
Los autores que publicamos género negro lo hacemos con la responsabilidad
de retratar la sociedad, o una pequeña parte de ella, en nuestras páginas.
Al escribir "El asesino del pentagrama" (que es más bien una
novela policíaca con un profundo trasfondo musical) lo hice pensando en
cada punto de la investigación, algo que supone todo un ejercicio científico
de planificación y elaboración. En la novela que estoy ahora esbozando
tiene más peso la crítica social, por lo que esa planificación
previa es diferente y requiere un nivel de concentración mayor por mi parte,
también por el hecho de haber tres personajes principales muy diferenciados.
¿Es de los que piensan que la novela negra es de las pocas
formas que quedan en literatura de hacer novela social o crónica social?
Rotundamente, sí. Será más o menos "negra",
pero es el único género que transpira realismo social en todas sus
páginas. Según lo dura que sea la novela, según lo negra
que sea, será más crítica social novelada o novela con apuntes
de crítica social, pero considero que es el único modo de relatar
las convulsiones sociales que nos rodean, y que nos han rodeado siempre. Por eso
la literatura negra es atemporal y no debe morir.
Usted es músico, poeta y escritor de novela negra. Explíquenos
esa bella, pero curiosa combinación creativa.
Es una combinación que me acompaña desde hace muchísimos
años. Aprendí a leer siendo muy pequeño, casi de modo autodidacta,
así que, cuando llegué al colegio, prácticamente ya sabía
leer y escribir, por lo que la mayor parte del tiempo en la clase lo pasaba yendo
y viniendo de la biblioteca de la escuela y leyendo. Me leí la mayoría
de los libros del colegio, y luego continué con los de la biblioteca municipal.
Cuando las historias empezaron a surgir en mi cabeza sentí la necesidad
de escribir. Por aquel entonces, ya era un estudiante de solfeo y trompeta. Desde
entonces, la pasión por la literatura (escribiéndola o leyéndola)
y la pasión por la música siempre me han acompañado. De algún
modo, "El asesino del pentagrama" es un homenaje a esas dos pasiones.
¿Qué le ofrece
la literatura que no tiene la creación musical y viceversa?
Cualquier tipo de creación artística supone un reto para
el autor. Supone sentarse a "narrar" una historia dirigida a un público
en concreto. Ya sea un poema, una obra musical o una novela, siempre procuro tener
en cuenta el qué, el cómo y el para quién. Cuando esos tres
interrogantes tienen respuesta, poner la maquinaria en marcha ya es cuestión
de tiempo y esfuerzo.
¿Qué
escritores le han influido en la novela? ¿Y cuáles son sus favoritos?
Como lector de novela negra
o policíaca que he sido siempre, es innegable que la influencia de Arthur
Conan Doyle y las historias de Sherlock Holmes que leí de joven está
presente, así como también la figura del detective Flanagan (creado
por Jaume Ribera y Andreu Martín). Mis autores de referencia son Chuck
Palahniuk, por esa ironía y acidez que recorre sus obras; Haruki Murakami,
por su retrato del ser humano; y Paul Auster, por la gobernabilidad del azar y
las casualidades. Aunque no sean autores de literatura negra al uso, sí
son maestros de la escritura y creadores de historias que perduran en el recuerdo
mucho tiempo después de haberse leído. Y a eso es a lo que cada
escritor debería aspirar.
El
asesino del pentagrama Colección
ESTRELLA NEGRA, Nº4 Unos sanguinarios crímenes empiezan a cercar un tranquilo conservatorio de música habitado por unos personajes ambiguos y misteriosos, atrapándonos como notas de un pentagrama mortal. Y siempre bajo el enigma de las Variaciones Goldberg, de Johann Sebastian Bach... <<Más>> |