FRACTURA,
es su primer poemario en solitario tras el paso por prestigiosas antologías.
¿Qué ha significado su aparición en las librerías,
cómo trastoca la vida esa sensación de sentirse sin
tapujos ante el mundo?
Para mí escribir es un acto privado y me produce un
cierto pudor, en ese sentido, aunque mi vida sigue siendo la misma,
tengo la sensación de que los lectores, esos seres sensibles
y anónimos, van a formarse una idea de mí.
De todas formas me tranquiliza pensar que la interpretación de mi poesía
la va a construir el lector. Yo ya no estaré ahí.
Abre el libro un poema de Antonio Gamoneda que reivindica el
amor y la resistencia frente al mundo ¿Es la poesía un
acto de rebeldía, cuál es el motivo que la lleva a escribir
poesía?
Los actos de rebeldía, para los que decidimos hacerlos,
impregnan todos nuestros movimientos. La poesía, para quienes
escribimos, no es algo específico y diferenciado de otros actos
que realizamos todos los días, tiene que ver con nuestra mirada
diaria, con nuestra interpretación de casi todo por consiguiente
la poesía será un acto de rebeldía si el poeta
elige ser rebelde.
Haber elegido a Gamoneda, y además este poema, es porque Gamoneda
es un poeta para mí de referencia y el poema habla de varias
cosas pero sobre todo de la resistencia social frente a una realidad
políticamente hostil, hay que recordar que Nazím fue un
poeta turco que vivió buena parte de su vida entre la cárcel
y el destierro. Sobrevivió a través del pensamiento de
la resistencia.
A mí me llevo hacia la escritura, la lectura, escribí
en los cuadernos cuando era pequeña y me aburría en clase
y siempre tuve un amor especial por las palabras, por su sonoridad,
pero cuando decidí dejar de leer tebeos y leer libros y llegó
a mis manos la poesía ya no deje de estar nunca al lado de ella,
leía pero no escribía, me gustaba más lo que me
pasaba leyendo, con el paso del tiempo aprendí a operar con las
palabras, a interpretar, a través de ellas, la realidad más
allá de lo concreto, de lo palpable, esto fue mucho después
y ahí descubrí el placer único de escribir.
El libro versa sobre la memoria y los recuerdos. Háblenos
un poco más en profundidad sobre estos conceptos y su desarrollo
en FRACTURA.
La memoria es una construcción propia que se alimenta del
recuerdo y del olvido, en Fractura salgo al encuentro del tiempo
para marcarle el ritmo y lo hago construyendo diques, deteniéndole
y dejándole ir, esto lo hago a través de la memoria, aquí
la memoria no actúa como una sucesión de recuerdos biográficos,
más bien forma círculos que me permiten construirla y
deconstruirla y así poder incorporar mi mirada diaria.
No hay hilo argumental en Fractura, fractura se mueve en el campo emocional
y opera con la parte subjetiva del lenguaje.
La edición de
FRACTURA es impecable y rompedora frente al volumen aburrido
y soso que nos tienen acostumbrados con la poesía. ¿Qué
la llevó a buscar este formato más visual?
Fractura se disuelve en el lenguaje, en la palabra, de
ahí que su última parte esté dedicado a la poética,
en este sentido la portada tenía que ser un homenaje a las letras,
esas piezas pequeñas que construyen la gran maquinaria que es
un poema, los colores y todo lo demás fue una decisión
conjunta entre Alicia, la editora y yo, gran parte del acierto es de
ella.
Próximamente la podremos encontrar en la Feria del Libro
de Madrid. ¿Qué siente ante sus lectores, es un espejo
en que es necesario mirarse o la escritura es un acto de individualidad?
Si fuera un acto individual y no contáramos con los
lectores no editaríamos libros, las poetas que editan es porque
quieren ser leídas, otra cosa es que yo considere que el hecho
de escribir es un acto privado. No tengo claro que sea un espejo donde
mirarnos, creo que cada lector construye un libro con mi poemario y,
como he dicho yo ya, no estoy ahí por eso creo que puede ser
un error intentar medir tu obra a través de los lectores
¿Cómo ve el mundo de la cultura en la España
de hoy en día?
La cultura se ha convertido en un símbolo distintivo para
diferenciar a las personas que consumen cultura de las que no, vivimos
en una sociedad muy desigual y la cultura alimenta esas desigualdades.
Yo creo que la cultura debería ser un derecho no un objeto mercantil.
No obstante creo que de manera independiente existen manifestaciones
culturales y / o artísticas dignas de conocerse, eso sí,
sin ningún apoyo y reconocimiento por parte de los gobernantes
de mi país.
Fractura Coleccción Berbiquí de poesía,
nº7 El olvido y el recuerdo como eje central de la poesía; la concepción de la memoria como elemento constructor. FRACTURA, poemas ligados a la recuperación y a la construcción del recuerdo... <<Más>> |