Acaba de publicar el libro "DEJAR
ÁFRICA", un recorrido por el Continente Negro (sobre
todo Costa de Marfil y Cabo Verde) ¿Cuál fue el detonante
de partida de este poemario?
El detonante fue la impresión me me causó vivir
allí cuando me instalé en Abidjan en 2006. Empecé
a escribir, poco a poco, de las cosas que me sucedían o veía,
y así se fue fraguando el libro.
¿Qué descubrió en África, que le
llevó a escribir este poemario, que no había encontrado
antes en los demás países en donde ha vivido?
El África occidental que yo más vivi estaba
lleno de calor humano y de alegría pese a la dificultad objetiva
de vivir en condiciones muy duras. Costa de Marfil estaba en guerra
cuando yo llegué por primera vez. Aun así, la gente mostraba
un optimismo y una alegría vital encomiables. Eso me llegó
mucho.
¿Cuál es el suceso o anécdota que más
le ha marcado en África?
En el poemario habla de una mujer que fue obligada a comerse un
corazón humano. ¿Es real esta historia?
Hay muchos,
quizás el de ese poema sea uno de los más potentes. Sí,
es cierto, durante una de mis estancias en Liberia pude asistir a varias
sesiones de la comisión de reconciliación y verdad por
los crímenes cometidos durante la cruenta guerra civil que asoló
el país más de una década, y una señora
que estaba allí, se levantó y comenzó a contar
que los rebeldes habían matado a su familia, y que una vez que
descuartizaron a su marido, le obligaron a cocinar el corazón
y comérselo. Fue un momento durísimo e impactante.
Ente su profesión, la Carrera Diplomática, es
muy común encontrar escritores (estamos pensando en Diego Hurtado
de Mendoza, Agustín de Foxá, Amado Nervo, Saint John Perse,
Anunciada Fernández de Córdova y tantos y tantos otros.
¿A qué cree que obedece este común sentir por las
letras?
La carrera diplomática está ligada a viajar y a
leer mucho sobre los países a los que vas sobre todo, por lo
que es muy frecuente que esos cambios en tu vida intentes reflejarlos
en forma de libros. Creo que uno escribe para recordar y para que lo
vivido se refleje y permanezca. Esto es una lucha constante contra el
olvido.
¿Qué le ofrece la poesía que no logra
con la narrativa?
Inmediatez. Un poema llega antes, porque se lee antes, además
que no estar forzado a seguir sobre el mismo tema todo el tiempo, hay
más variedad.
¿Cuál es su metodología en el proceso
de creación?
Empiezo con anotaciones, frases, ideas, que escribo en varios
cuadernos, a lo largo de meses o años. De repente en una época
concreta comienzo a releerlos, reescribirlos, y van tomando forma.
¿Cómo ve el papel de la métrica y la rima
en la poesía contemporánea?
Creo que el verso libre ocupa un mayor papel, el verse obligado
a seguir un esquema coarta la libertad a la hora de escribir. Siento
un gran respeto por los escritores y poetas que prestan especial cuidado
a a seguir patrones de métrica.
Además de poeta, es usted fotógrafa ¿Son
sus poesías una forma de encerrar la imagen, y las fotos una
voz en relieve?
Sí, la fotografía también es poesía
en movimiento, una forma aún más cercana a trasmitir una
idea, un color, un sentimiento, la imagen es inmediata y por tanto responde
a las mismas necesidades.
¿Qué opinión le merece la situación
de la cultura española contemporánea?
A pesar de las excepciones, no creo se se esté cuidando
la cultura ni que ahora mismo sea un valor en alza. Hay otras cosas
a las que se presta más atención y en ese sentido siento
una gran tristeza. Un país que no cuida su cultura, que no alienta
a los jóvenes a que sean creativos, que no subvenciona la cultura
para que sea accesible a todos, es un país que se empobrece,
independientemente de lo que digan las cifras de su producto interior
bruto. He pasado tres años viviendo en La India, país
con muchas contradicciones, pero donde las manifestaciones culturales
son gratuitas y accesibles, sin importar origen ni condición.
¿Cuáles son sus poetas "fundamentales"
Luis Cernuda, Ángel González, Robert Frost, Sylvia
Plath, J. A. Goytisolo y Pedro Salinas. Actualmente en España
me gusta mucho Esther Ramón y Nuño Aguirre.
![]() Dejar
África Coleccción ANAQUEL DE POESÍA, nº
40 En Dejar África encontramos la presencia constante del continente negro en la autora, gran conocedora del mismo y amante de su luz e intensidad... <<Más>> |